Hola, hola… aquí estoy de vuelta. No cabe duda que echabais de menos a mis artículos (hum hum) pues aquí estoy. Con muchas ganas de volver a escribir y compartir hallazgos del planeta deco. Motivo de mi ausencia, cambio de ritmo debido a la llegada de un ser precioso en nuestra vida en diciembre del año pasado. Para los amantes de Instagram, ya sabéis que a pesar de todo no he abandonado mi lado decor lover, al contrario durante estos últimos meses he aprovechado del tiempo en casa para madurar algunas ideas y poner en práctica otras. Qué bien se esta en casa, es increíble!
Para mi vuelta, he decidido hablaros de mi casa y mas concretamente de mi habitación. Tras la reforma que hicimos hace dos años creo que es la única estancia que mas o menos daría por finalizada. Es cierto que en decoración nunca finalizamos ya que los espacios son en perpetua evolución pero si que sabemos cuando alcanzamos una meta que teníamos en la cabeza.
Cuando entramos a vivir en nuestro piso, llegamos acompañados de nuestros muebles. Entre ellos una cama king size con unas mesitas de noches gigantescas o sea un conjunto bastante pesado que requiere un mínimo de espacio… y nuestra habitación es bastante pequeña. Resultado: estuvimos meses dándonos golpes con el borde de la cama, sin poder tener acceso plenamente al armario. En fin, un espacio un poco agobiante! Acabo de unos meses, decidimos cambiarlo todo. Mi marido fue motor ya que dormía fatal en nuestra cama (suerte!) y un viernes, me dijo «venga vamos a mirar camas». Pim pam poom, en 2 horas ya salíamos de la tienda Dormity de Les Corts con una cama de 150cm y un colchón comodísimo. Optamos por una cama tipo canapé con tela gris claro. El canapé, qué maravilla! Los que tienen uno, sabrán de lo que estoy hablando. No os podéis imaginar la cantidad de cosas que uno puede llegar a almacenar en su cama. Lo recomendaría a cualquiera!
Una vez la cama escogida, objetivo cabecero. Allí si que le dediqué bastante tiempo. A medida que iba buscando, me enamoré de los cabeceros con tachuelas (me encantan las tachuelas!). Encuentro que dan un toque elegante y a la vez algo rock n’ roll. En el océano profundo de Internet, escogimos el modelo Affal de Kenay Home en color blanco. Encaja a la perfección.
La tercera etapa fue el tema mesitas de noche. Si que tenía claro que quería romper con el esquema «dos-mesitas-idénticas-por-cada-lado-de-la-cama». Teníamos ganas de una mesita que dará un toque vintage y a ubicar lado ventana. Por mucho que pueda parecer no fue fácil encontrar una que encajaba pero lo conseguimos. Esta mesita es de madera y con dos cajones en tonos blanco para uno y gris para el otro. Al otro lado de la cama, nada de mesita entonces, por la falta de espacio optamos por un taburete de tonalidad blanca. Agregado de una lampara de lectura, ya tenía mi mesita de noche. Cómo accesorio decorativo y funcional que nos pueda permitir colgar ropa o algún bolso o foulard, tuvimos un flechazo por una escalera de pared de la marca Umbral. Nos pareció bonita con su mezcla madera natural y resina de color blanco, además de ser extensible en ancho.
En fin, no puedo acabar sin hablar de la lampara de techo. Supongo que sois numerosos en haber reconocido este modelo de Ikea: Sinnerlig. Sus dimensiones generosas y las fibras naturales encajan de maravilla en esta espacio.
Voilà por la presentación de este primer espacio,espero que os guste!